No ha desaparecido de aquí
tañe el mismo carillón
la misma avidez que corroe
con la apetencia en la mano
deseando culpas graves para los sentidos
- ellos -
incumplieron
- y es todo -
los errantes, los de afuera.
Cayó un tambor
y una muñeca huérfana, exánime
haciendo coro a las añejas olas de esperma
- hebras dementes -
completamente atravesadas.