miércoles

Aplazamientos y otras pérdidas



Simplemente, detrás de los cristales de la lluvia
con su esmero de aguja labradora
- araña entre los dedos -
sobrehilando en retazos indulgentes jirones del pasado.
Y no supo de cielos encendidos, ni anduvo las veredas de la noche
ni advirtió las mudanzas del sol en el alero.

Porque el amor es hosco algunas veces, bordó sobre su pena
- penas -
prendidas a la puntada que sujeta los retazos de los días.

Nada saben las alegres mujeres
que a estas horas van apurando el paso enamorado bajo la lluvia rancia
de esta muchacha que zurce los rasguños de la vida
tan quieta en la costumbre de estarse en la ventana.

Detrás, al otro lado del vidrio
- como siempre -