súbitamente
un resplandor
y otra vez
la móvil quietud de un rostro
tapizando las paredes oprimidas
del sueño
en esta habitación
entre la lluvia y la noche
un cuadro
se enamora
de la mujer que lo contempla
¿condenada a usar siempre
la máscara de espejos?
¿condenada a ser otra
siempre?
de golpe
hoy
se abrieron todos los capullos
dentro del espejo
quebrándolo